¿Qué hizo un Doctor Neoyorkino para salvar a 699 personas de COVID?

A pesar de que no lo están tomando en cuenta, el zinc podría ayudar a combatir la pandemia de COVID-19.

Es bien sabido que el zinc es vital para una función inmunológica saludable y en 2010, se demostró que una combinación de zinc con un ionóforo de zinc (molécula que transporta zinc) logró inhibir el coronavirus SARS in vitro. Y también bloqueó la replicación viral en un cultivo celular, en cuestión de minutos.

En un artículo del 6 de abril 2020, Bill Sardi, defensor del consumidor, investigador y autor, habló sobre esta evidencia y sugirió que la medicina convencional podría haber evitado muchos casos de COVID-19 si se hubiera puesto en práctica todo lo que ya se sabía sobre el zinc y los ionóforos de zinc.

El COVID-19 y la deficiencia de zinc tienen síntomas similares

La mayoría de los síntomas por COVID-19, 18 síntomas en total, son casi los mismos que los síntomas de la deficiencia de zinc. Estos síntomas incluyen, pero no se limitan a:

Tos seca

Náuseas

Fiebre

Dolor de espalda

Malestar o calambres abdominales

Pérdida del olfato

Fibrilación atrial

Menor respuesta inmunológica

Menor conteo de linfocitos (glóbulos blancos)

Mayor concentración de interleucina-6, indicativa de la inflamación

Neumonía

Niveles elevados de hierro

«Esta calamidad podría haberse evitado sin la ayuda de las agencias de salud pública», escribe Sardi, y agrega:

«En esta epidemia de coronavirus COVID-19, los grupos de alto riesgo (ancianos, diabéticos, fumadores, alcohólicos, drogadictos y personas con un sistema inmunológico comprometido) debieron haber recibido una combinación de zinc + ionóforo como estrategia de prevención, así como los pacientes con enfermedades pulmonares graves que también pueden beneficiarse de este enfoque.

El poliovirus y la influenza también pertenecen a la familia de los virus de ARN. En otras palabras, la terapia de zinc también podría ayudar a combatir los virus de gripe estacional, aunque inexplicablemente, las autoridades sanitarias no utilizan esta estrategia en esta temporada de gripe».

La importancia de facilitar la entrada de zinc en las células

Es importante mencionar, que el zinc por sí solo, no es capaz de detener por completo la replicación viral, dice Sardi. Esto se debe a que el zinc es insoluble y no puede atravesar la pared grasa de las células. Y llegar a la célula es crucial porque es ahí donde ocurre la replicación viral.

«Lo que significa que, cuando se trata de combatir infecciones, el ionóforo es igual de importante que el zinc» dice Sardi.

«Si este descubrimiento se lleva a la práctica, alteraría el paradigma sobre las vacunas que predomina en la medicina moderna hoy en día. Ya no sería necesario gastar tanto dinero en investigaciones, porque se habría encontrado la cura para la influenza estacional y los coronavirus».

La quercetina y el EGCG son transportadores naturales de zinc

La buena noticia es que tampoco sería necesario utilizar medicamentos como la cloroquina y la hidroxicloroquina (excepto quizás los casos más graves), ya que existen otros compuestos naturales pueden hacer el mismo trabajo.

Un estudio comparativo publicado en 2014 analizó dos ionóforos de zinc: quercetina y galato de epigalocatequina (EGCG contenido en el té verde), y señaló que muchas de las acciones biológicas de estos compuestos pueden estar relacionadas con su capacidad para aumentar la absorción celular de zinc. Según los autores:

«El zinc lábil, una pequeña fracción del zinc intracelular total que se une libremente a las proteínas y es fácil de intercambiar, modula la actividad de numerosas vías metabólicas y de señalización.

Los polifenoles de origen vegetal en la alimentación, como los flavonoides quercetina (QCT) y el galato de epigalocatequina, actúan como antioxidantes y como moléculas de señalización.

Y curiosamente, las actividades de numerosas enzimas, que se ven afectadas por los polifenoles, dependen del zinc. Ya se ha demostrado que estos polifenoles quelan los cationes de zinc, por lo que creemos que estos flavonoides también podrían actuar como ionóforos de zinc, al transportar cationes de zinc a través de la membrana plasmática.

Para probar esta hipótesis, hemos demostrado la capacidad de QCT y galato de epigalocatequina para aumentar la disponibilidad del zinc lábil en las células Hepa 1-6 de hepatocarcinoma de ratón, así como en liposomas…

La actividad de ionóforo de los polifenoles obtenidos de la alimentación podría ser la causa de los niveles elevados de zinc lábil en las células y, por lo tanto, de muchas de sus acciones biológicas».

La quercetina, por sí sola, también es un potente antiviral, además, tanto la quercetina como el galato de epigalocatequina también tienen la ventaja adicional de inhibir la proteasa 3CL, una enzima utilizada por los coronavirus del SARS para infectar células sanas. Como se explica en un artículo de Nature publicado en 2020, la proteasa 3CL «es esencial para procesar las poliproteínas que se traducen del ARN viral».

Y, según otro estudio realizado en 2020, se cree que, en algunos casos, la capacidad de la quercetina, el galato de epigalocatequina y otros flavonoides para inhibir los coronavirus del SARS, está directamente relacionada con suprimir la actividad de la 3CLpro en el SARS-CoV».

Una defensa accesible contra el coronavirus

Para finalizar, Sardi propone imitar el protocolo COVID-19 de Zelenko y las personas que presentan síntomas de SARS-CoV-2 que no pueden darse el lujo de comprar medicamentos como cloroquina o hidroxicloroquina pueden utilizar remedios naturales como:

  • Extracto de canela o el aceite de orégano que son antibióticos naturales
  • Quercetina como ionóforo de zinc (para mejorar la entrada de zinc en las células)
  • Zinc, hasta 30 miligramos al día
  • Vitamina B6 (niacina), 25 a 50 mg al día y selenio para aumentar aún más la biodisponibilidad del zinc

En caso de no poder conseguir cantidades suficientes de zinc, considere comer más alimentos ricos en zinc. Algunos ejemplos incluyen las semillas de cáñamo, sésamo y calabaza, cacao en polvo, queso cheddar, mariscos como ostras, cangrejo de Alaska, camarones y mejillones.

Zinc + niacina + selenio = el trio perfecto

Incorporar niacina y selenio parece ser una gran idea, ya que ambos compuestos desempeñan un rol en la absorción y biodisponibilidad del zinc en el cuerpo.

Por ejemplo, un estudio publicado en 1991 demostró que cuando mujeres jóvenes llevaron una alimentación baja en vitamina B6, sus niveles de zinc sérico disminuyeron, lo que sugiere que la deficiencia de B6 afecta el metabolismo del zinc, al grado que «el zinc absorbido es difícil de utilizarse».

En 2008, un artículo titulado «Zinc, Metallothioneins and Longevity: Interrelationships With Niacin and Selenium», habla sobre la relación entre la niacina, el selenio y el zinc.

«El envejecimiento es un proceso biológico inevitable que conlleva cambios bioquímicos y fisiológicos graduales y espontáneos, así como una mayor susceptibilidad a las enfermedades.

Algunos factores nutricionales (zinc, niacina, selenio) pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades, lo que le ayuda a tener un envejecimiento saludable; este efecto se debe que estos compuestos están involucrados en mejorar las funciones inmunológicas, la homeostasis metabólica y la defensa antioxidante.

Los experimentos demuestran que el zinc es importante para la eficiencia inmunológica (tanto innata como adaptativa), la homeostasis metabólica (utilización de energía y recambio hormonal) y la actividad antioxidante (enzima SOD).

La niacina es un precursor de NAD +, el sustrato para la actividad de la enzima de reparación del ADN PARP-1, por lo que puede contribuir a mantener la estabilidad genómica. El selenio provoca que las metalotioneínas (MT) liberen zinc, al disminuir el glutatión peroxidasa.

Este hecho es crucial en el envejecimiento porque sin selenio las MT no son capaces de liberar el zinc que ayuda con la eficiencia inmunológica, la armonía metabólica y la actividad antioxidante.

Al considerar la existencia de transportadores de zinc … en cuanto a la entrada y salida del zinc celular, respectivamente, la relación entre los transportadores de zinc y los MT es crucial para mantener una buena homeostasis intracelular de zinc durante el envejecimiento.

La suplementación fisiológica de zinc en personas de edad avanzada mejora el desempeño inmunológico, la homeostasis metabólica y la defensa antioxidante… Además, la combinación de zinc y selenio también mejora la inmunidad humoral en personas de edad avanzada que se vacunaron contra la influenza».

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