El cuerpo humano es una máquina maravillosa de precisión, formada por 20 a 30 trillones de células que trabajan de una manera concreta. Desde que comenzó la revolución industrial se han fabricado más de 112.000 xenobióticos (toxinas) ajenos a la vida y se ha incrementado la propagación de ondas electromagnéticas y nuestro organismo no sabe qué hacer con esas moléculas que día a día las estamos incorporando. Hay más de 70 mil sustancias químicas artificiales en productos de uso corriente y se introducen en el mercado mil nuevas cada año. Con el devenir de la vida y según nos vamos haciendo adultos descienden los niveles de glutatión en el organismo, al parecer esta es una de las causas principales de que la defensa anti-cáncer no funcione adecuadamente, por ello restablecer estos niveles, aunque no padezcamos esta enfermedad es una buena técnica de prevención. El GSH (Glutatión) fue descubierto en 1888 por el científico francés De Ray-Paihade, lo describe como, un tripéptido no proteico constituido por tres aminoácidos: glutamato, cisteína y glicina. Contiene un enlace peptídico inusual entre el grupo amino de la cisteína y el grupo carboxilo de la cadena lateral del glutamato.
Se trata del principal antioxidante de las células y ayuda a protegerlas de las especies reactivas del oxígeno, como los radicales libres y los peróxidos.
Entonces entendiendo este concepto, entramos al tema del estrés oxidativo.
El estrés oxidativo acelera los procesos degenerativos asociados al envejecimiento. Promueve la formación de tumores al causar daño al DNA, activando los procarcinógenos y alterando los sistemas antioxidantes celulares. Las células entonces se ven forzadas a regenerarse y los telómeros, que son relojes que determinan el número de veces que cada célula puede replicarse, se aceleran debido a los daños ocasionados al ADN por RL (Radicales Libres) precipitando la muerte celular programada (apoptosis). La naturaleza es muy sabia y ella balancea las cosas; para neutralizar los radicales libres y desintoxicar las células, el organismo fabrica una serie de elementos y enzimas antioxidantes, entre las más efectivas y multipropósito, se encuentra el GLUTATIÓN. El tripéptido glutatión es sintetizado en el citoplasma celular. El glutatión tiene la habilidad de donar un electrón de hidrógeno y neutralizar muchas formas de RL (radicales libres) sin convertirse a su vez en un RL. Esta reacción es posible debido a la concentración relativamente alta de glutatión en todas las células y en el hígado. En las células y tejidos sanos, más del 90 % del glutatión total está en la forma reducida (GSH) intracelular. El glutatión (GSH) es una de las primeras líneas de defensa ante el daño oxidante. Las funciones biológicas del GSH involucran su participación como: antioxidante, neuromodulador, detoxificante, por lo que su deficiencia es importante en la aparición de enfermedades neurodegenerativas, cáncer y enfermedades del sistema nervioso central como:
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Enfermedad de Alzheimer.
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Enfermedad de Parkinson.
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Esclerosis múltiple.
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Esclerosis lateral amiotrófica.
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Epilepsia.
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Esquizofrenia.
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Depresión.
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Accidentes cerebro vasculares.
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Isquemia cerebral.
Tiene importantes funciones como antioxidante y es parte importante de la detoxificación de xenobióticos. Es esencial para la proliferación celular y tiene un papel importante en la apoptosis (muerte celular programada). Una función muy importante es mantener el potencial de óxido reducción. El estrés oxidativo se origina por un desequilibrio entre las ERO (anión superóxido, radical hidroxilo, y peróxido de hidrógeno) las ERN (óxido nítrico, dióxido de nitrógeno y peroxinitrito) y la capacidad antioxidante de la célula. El daño que estas sustancias provocan está relacionado con la carcinogénesis, aterosclerosis, neurodegeneración, etc.
Es el antioxidante más abundante, fabricado en nuestro cuerpo y entre sus múltiples funciones se encuentran:
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Es el maestro capturando radicales libres.
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Desacelera el proceso de envejecimiento.
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Favorece la captación de oxígeno por la hemoglobina para su transporte a la célula (oxigenación celular).
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Ayuda a Reforzar el sistema inmunológico.
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Protege el ADN del núcleo y la mitocondria de la célula.
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Reduce los efectos del estrés y mejora calidad del sueño.
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Reduce los peróxidos lípidos generados por la oxidación de las grasas.
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Mejora el rendimiento deportivo y la recuperación.
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Desintoxica el Hígado y las células
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Apoya de forma importante la fertilidad masculina y femenina.
Además…. El GSH ayuda a disminuir la mucosidad y la inflamación de las vías aéreas, especialmente en enfermedades obstructivas como el asma y bronquitis.
Ayuda a combatir los RL producidos por la combustión del tabaco, contribuyendo a la desintoxicación de los pulmones. El GSH puede contribuir a mejorar los signos y síntomas de algunas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, Parkinson y Esclerosis múltiple. El GSH «quela» metales, (hace inertes a los metales pesados: mercurio, cadmio, arsénico y hierro) para hacerlos solubles en agua y facilitar así su excreción del cuerpo. El GSH suaviza los efectos de la quimioterapia y radioterapia. Con un suministro adecuado de GSH, los enfermos afrontan mejor el estrés oxidativo inducido por el HIV. Con niveles elevados de GSH se restauran algunas funciones del hígado y mejora la protección contra complicaciones de la diabetes. Contrarresta los efectos dañinos del acetaldehído que es el mayor producto del metabolismo del alcohol y el responsable de la mayoría de los daños de largo plazo.
El GSH ayuda a combatir el cansancio, el síndrome de fatiga crónica y fibromialgia. La buena salud del cristalino ocular demanda altas cantidades de GSH. El hígado, corazón y pulmones tienen alta demanda de GSH. Al mismo tiempo el GSH protege el tejido cerebral y actúa para reciclar la vitamina E, que tiene la habilidad de reducir la acidez del cerebro. El cerebro es el órgano más susceptible a los ataques de productos oxidativos por gramo que cualquier otro órgano, por ser el tejido que más oxígeno y glucosa demanda. La mala noticia es que producimos niveles óptimos de GSH hasta los 20-25 años, a partir de allí disminuye 10% por año. Por lo tanto, la buena salud del embarazo y la lactancia requiere también niveles muy altos de GSH.
Sin glutatión:
► Cada célula de su cuerpo moriría prematuramente.
► Todo el sistema inmunológico de su cuerpo se rendiría y dejaría de funcionar.
► Su hígado, que limpia todas las toxinas que usted ingiere o inhala, podría dejar de realizar esta función, ya que el Glutatión es el responsable de la desintoxicación.
► La vida a base de oxígeno (como la humana), sería imposible.
El glutatión es la molécula clave fundamental para la vida, salud, rendimiento físico y longevidad de cada célula humana.
► La buena noticia es que contamos con los suplementos nutricionales idóneos para proporcionar los aportes necesarios a su organismo y mantener esa primera línea de defensa fortalecida.
Bibliografía
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